¿Por qué hay fugas de refrigerante cuando mi coche no está en marcha?

El hecho de que el motor esté en marcha puede hacerte creer que hay un mayor riesgo de que el refrigerante salga del vehículo, pero no es así. Como el refrigerante se mueve por el sistema siempre que el motor está en marcha, es mucho más difícil que haya fugas. La pregunta ahora es: ¿qué factores provocan una fuga de refrigerante cuando el vehículo no está en movimiento?

Imagen de mecánico arreglando un coche con fugas de refrigerante

Los latiguillos dañados, un tapón de radiador defectuoso, un radiador defectuoso o una bomba de agua que funciona mal son causas potenciales de fugas de refrigerante que se producen cuando el vehículo no está en movimiento.

También existe la posibilidad de que el núcleo del calentador esté roto o que la junta de culata haya reventado. También es posible que la junta del colector de admisión tenga una fuga de aire.

En esta guía, investigaremos las posibles causas de las fugas de refrigerante cuando el motor está apagado. Además, mostraremos algunas soluciones sencillas a los problemas.

Causas de una fuga de refrigerante

1. Núcleo del calentador dañado

El núcleo del calentador del motor es la vía de circulación del refrigerante caliente que se bombea al motor. Cuando enciendes la calefacción, el calor que produce el sistema se introduce en el vehículo a través de las rejillas de ventilación asociadas al sistema de climatización.

Si el núcleo de la calefacción no funciona correctamente, notarás que es difícil que entre calor en el sistema. Las fugas también pueden ser visibles debajo del vehículo, sobre todo cerca de la zona donde se sienta el conductor o el pasajero.

2. Manguitos en mal estado

Un manguito roto o desgastado también puede provocar una fuga cuando el motor está en marcha o parado. Cuando el motor está en marcha, la presión del sistema puede aumentar la fuga o disminuirla, dependiendo de dónde esté el agujero.

En cualquiera de los casos, el paso del tiempo puede hacer que los manguitos se vuelvan frágiles y se desgasten, por lo que es importante inspeccionarlas regularmente. Si no se hace nada para evitarlo, el calor y la presión constante pueden acelerar el desgaste.

3. Tapón del radiador roto o radiador averiado

El tapón del radiador es esencial para garantizar que el refrigerante permanezca dentro del sistema donde debe estar. Además, contribuye al proceso de regulación de la presión dentro del radiador.

En caso de que el tapón esté dañado, es posible que se produzcan fugas de refrigerante, lo que provocaría una disminución de los niveles en el radiador. Además, el aumento de la presión en las mangueras que se produce cuando el motor está en marcha supone un riesgo de que el depósito de refrigerante se vacíe prematuramente.

Cuando se viaja a altas velocidades, el radiador corre el riesgo de agrietarse o dañarse como consecuencia de cualquier daño externo, como la corrosión o las piedras.

4. Junta de culata rota

Si el refrigerante ha empezado a filtrarse al aceite del motor o a la cámara de combustión, la causa más probable es una junta de culata reventada. La junta de culata es el componente encargado de evitar que el aceite y el refrigerante se mezclen entre sí.

Cuando entra más refrigerante en el sistema, éste pierde su capacidad de mantener el motor a una temperatura constante. Este problema se manifiesta tanto cuando el motor está en marcha como cuando está apagado; sin embargo, encender el motor supone un mayor riesgo porque hará que el motor se sobrecaliente.

Si tienes una junta de culata defectuosa, notarás que el refrigerante se escapa entre el bloque del motor y la culata. Una junta de culata rota también puede provocar una fuga externa de refrigerante.

5. Bomba de agua defectuosa

En caso de que la bomba de agua se estropee, puedes descubrir una pérdida importante de refrigerante. La función de la bomba de agua es asegurar que el refrigerante fluya libremente a través de las mangueras.

Como la bomba de agua empieza a estropearse, el flujo del refrigerante ya no se puede controlar como debería. Este es otro problema que puede dificultar el encendido y apagado del motor.

6. Junta del colector de admisión en mal estado

El lugar donde el colector de admisión se conecta al motor es donde se encuentra la junta del colector de admisión. Una junta defectuosa puede ser la culpable del goteo de refrigerante que se puede ver debajo del vehículo.

Como ocurre con todos los problemas, cuanto antes lo arregles, mejor te irá. En caso de no hacerlo, puede causar problemas importantes mientras el motor está en marcha.

Revisa estas zonas en busca de posibles fugas de refrigerante

1. Radiador y tapa del radiador

La zona que rodea al radiador debe ser el primer lugar en el que compruebes si hay fugas. Para averiguar de dónde procede el refrigerante, es posible que tengas que quitar las hojas, la suciedad o los residuos que estén pegados al radiador.

También debes comprobar el estado del tapón que va sobre el radiador para ver si está roto. Para evitar fugas y otras posibles consecuencias, debe estar unido al radiador de forma fiable.

2. Manguitos

Hay manguitos situados por todo el sistema, y hay que inspeccionar cada uno de ellos. El refrigerante debe gotear de la superficie de la manguera en caso de que se haya roto. Es posible que la fuga se produzca con el motor en marcha o apagado, dependiendo de la ubicación del agujero y de dónde se encuentre el refrigerante cuando se produzca.

Además, tienes que inspeccionar la superficie del latiguillo en busca de grietas. Aunque todavía no haya un agujero en el latiguillo, es muy probable que el refrigerante se esté filtrando a través de la grieta.

3. Debajo del vehículo

Ponte debajo del coche y revisa la zona en busca de cualquier signo de fuga de refrigerante. El color del líquido cambiará de azul a rojo y a verde según el tipo que se utilice.

Tendrás una mejor idea de qué componente puede haberse roto si primero localizas el origen de la fuga y luego investigas más.

Si has conducido el vehículo mientras perdía refrigerante, es posible que se haya extendido a otros componentes. Para saber mejor de dónde procede la fuga, debes lavar los bajos del vehículo y volver a inspeccionarlos.

4. Núcleo del calefactor

Echa un vistazo al suelo que se encuentran debajo del asiento del pasajero. Si hay manchas de refrigerante en el vehículo, el problema puede estar en el núcleo del calefactor.

Si el núcleo del calefactor está dañado de alguna manera, el líquido puede salir por debajo del vehículo en el lado afectado. Además, hará que los niveles bajen, lo que puede hacer que el motor del vehículo se caliente demasiado.

5. Debajo de la bomba de agua

Dependiendo de la marca y el modelo de tu vehículo, la bomba de agua suele estar accionada por la correa serpentina o por la correa de distribución. Si la bomba está accionada por una correa serpentina, el mejor lugar para empezar a buscar fugas es debajo de la bomba.

Si la bomba está accionada por la correa de distribución, puede ser más difícil verla y puede que tengas que quitar la tapa de la correa de distribución para poder verla. Si, por el contrario, hay una fuga por debajo de la polea del cigüeñal y la bomba es accionada por la correa de levas, existe una gran posibilidad de que la propia bomba sea el origen de la fuga.

6. Junta de culata

No es tan sencillo detectar una junta de culata que gotea. Para averiguar cuál es el problema, tendrás que inspeccionar el aceite y el líquido refrigerante para ver si se han contaminado de alguna manera.

También puedes comprobar el espacio entre el bloque del motor y la culata para ver si hay alguna fuga de refrigerante visible desde el exterior.

Costes de arreglar fugas de refrigerante

Lo que provocó inicialmente el problema es una información esencial para determinar cómo reparar una fuga de refrigerante. Por ejemplo, si el núcleo del calentador está dañado, la única reparación que se puede hacer es sustituirlo. Si tienes en cuenta el coste de las piezas y la mano de obra, la sustitución de un núcleo del calentador puede costarte fácilmente entre 500 y 1.000€.

El coste de la reparación de mangueras dañadas puede variar mucho en función de la ubicación de la manguera, así como del grado de dificultad que suponga su retirada. Por otra parte, hay algunos casos en los que una manguera gotea porque la abrazadera está demasiado floja. Si este es el caso, lo único que hay que hacer es sustituir o apretar la abrazadera.

La sustitución de un tapón de radiador defectuoso es una de las opciones menos costosas. El coste de un tapón nuevo puede oscilar entre los diez y los cincuenta dólares, y ponerlo es un juego de niños.

En caso de que la bomba de agua se haya estropeado, tendrás que comprar una nueva. Sustituir una bomba de agua vieja por una nueva puede costar entre 350 y 800€.

En caso de que tengas que sustituir la junta del colector de admisión, el componente en sí no supone un gasto importante. De hecho, puede costar entre veinte y cien euros. Sin embargo, si no puedes cambiarla tú mismo en casa, los costes de mano de obra podrían añadir fácilmente entre 200 y 400€ al total si la pieza es difícil de sustituir.

Cambiar la junta de culata es el más caro de los arreglos disponibles. Es muy posible que la instalación de una nueva junta de culata te cueste entre 1.500 y 2.000€. Por otra parte, si no arreglas inmediatamente la junta de culata reventada, existe la posibilidad de que se produzcan graves daños en el motor como consecuencia de que éste siga sobrecalentándose. No es un problema que deba permitirse sin ser tratado.

¿Se puede conducir un coche que tiene una fuga de refrigerante?

Aunque parezca que la fuga de refrigerante en tu coche no está afectando al rendimiento del vehículo, no debes conducirlo. Como consecuencia de la fuga de refrigerante, la temperatura del motor no podrá regularse adecuadamente.

En caso de que el motor se sobrecaliente, puede provocar daños irreparables. Además, una fuga menor tiene el potencial de convertirse en un problema mayor muy rápidamente, incluso si se produce mientras estás conduciendo.

Por ejemplo, un pequeño agujero en una manguera puede convertirse rápidamente en un agujero enorme, que hará que se escape todo el refrigerante.

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