Guía para purgar el sistema de refrigeración de coches

Después de sustituir la bomba de agua o el termostato de tu sistema de refrigeración, puede resultar muy complicado eliminar todo el aire que ha quedado atrapado en su interior.

Es posible que tu motor se sobrecaliente, y si no lo manejas correctamente, esto podría causar daños importantes en el tren motriz de tu vehículo.

Hay algunas acciones que se pueden llevar a cabo y que harán que toda la circunstancia sea mucho más sencilla. Si sigues esta guía paso a paso, podrás liberar de forma rápida y segura todo el aire atrapado.

Imagen de un coche por la carretera

Técnicas alternativas

De hecho, hay dos enfoques distintos para sacar el aire de tu sistema de ventilación.

Manual

En el proceso de purgar el sistema de refrigeración, el enfoque tradicional es hacerlo manualmente.

Algunos automóviles están equipados con una o más válvulas de purga de aire, que permiten liberar el aire del sistema. Otros automóviles, por el contrario, no tienen esta válvula de purga de aire, lo que hace que el proceso sea mucho más difícil.

No necesitarás ningún equipo especializado para llevar a cabo este método, y se te proporcionará un recorrido detallado del proceso más adelante en este artículo.

Aspiración

El método de aspiración es el nuevo método, y es el que más se suele utilizar. Para este método, necesitarás una herramienta de vacío, y dependiendo de la herramienta de vacío, puede que también necesites aire comprimido.

Esta técnica genera un vacío, extrae todo el aire del sistema de refrigeración en cuestión de segundos, y luego llena el espacio creado por el vacío con el líquido a refrigerar. Si tienes la herramienta adecuada, este es un método realmente eficaz, y después de usarlo, no tendrás que preocuparte de purgar el sistema de refrigeración de tu coche nunca más. Siempre puedes contar con obtener un excelente resultado, y todo el proceso tarda menos de un minuto en completarse.

Pasos para purgar el aire del sistema de refrigeración (sin herramienta especializada)

Esta es una guía que te ayudará a purgar manualmente el radiador de tu coche sin necesidad de utilizar ninguna herramienta especializada.

Cuando se trata de los sistemas de refrigeración de los coches, ten siempre presente que debes extremar las precauciones porque la temperatura puede alcanzar el punto de ebullición. Te resultará mucho más sencillo realizar esta tarea si sois dos, así que asegúrate de llevar a un amigo contigo.

Para purgar el sistema de refrigeración de forma rápida y sencilla, sigue estos pasos:

1. Prepara el refrigerante

Lo primero que debes hacer para seguir esta guía es comprobar que tu anticongelante está en condiciones. Asegúrate siempre de utilizar el refrigerante correcto que especifica el fabricante de tu vehículo. El tipo incorrecto de refrigerante podría dañar tu motor.

Comprueba el manual de mantenimiento de tu vehículo o ponte en contacto con un distribuidor autorizado si no estás seguro de qué refrigerante debes utilizar.

En la mayoría de los casos, debes combinar el refrigerante con una cantidad igual de agua (si se trata de un anticongelante concentrado).

Asegúrate siempre de leer las instrucciones que acompañan el refrigerante leyendo la descripción del producto. Si vives en un país con un clima frío, debes comprobar dos veces que la mezcla de refrigerante es correcta. Si el refrigerante de tu motor se congela dentro del mismo, el motor se echará a perder por completo.

2. Ten un gato a mano

Levantar la parte delantera de tu vehículo es un paso que no hace mucha gente pero que consigue un resultado significativamente mejor.

Si el tapón de llenado de tu vehículo se encuentra en el radiador, con esta técnica te será mucho más sencillo liberar el aire.

Es posible que no necesites hacer esto si tu coche ya tiene un depósito de expansión externo instalado en la parte trasera del motor.

Podrías utilizar un gato para levantar la parte delantera del coche, o podrías aparcar el vehículo en una pendiente pronunciada con la parte delantera del vehículo hacia arriba.

Utiliza siempre soportes para gatos además de un gato cuando levantes el vehículo, ya que así evitarás algún que otro susto.

3. Llena el depósito de refrigerante

Ahora que se ha levantado la parte delantera del vehículo, es el momento de llenar el refrigerante hasta el nivel máximo posible.

Si el motor en el que estás trabajando tiene válvulas de purga de aire, debes abrirlas al mismo tiempo que añades refrigerante. Cuando el refrigerante empiece a salir por ellas, debes cerrarlas.

Como el anticongelante es tóxico, debes tener la costumbre de comprobar que no hay fugas de refrigerante en el vehículo en ningún pozo del suelo o de la carretera. Es importante tener en cuenta que si algún animal bebe el refrigerante, corre el riesgo de enfermar gravemente como consecuencia de ello. ¡Ten cuidado cuando trabajes con anticongelante!

Cuando hayas añadido todo el refrigerante posible, puedes pasar al siguiente paso.

4. Arranca el coche

Ahora es el momento de arrancar el motor. Obtener la ayuda de un amigo es el método más eficaz para lograr este objetivo.

Si hay aire atrapado en el sistema de refrigeración, la bomba de agua del motor puede hacer que parte del refrigerante salga del radiador cuando arranques el vehículo.

5. Pon la calefacción al máximo

Después de arrancar el motor, tienes que ajustar el control de temperatura del climatizador a su valor más alto.

Que un coche tenga o no una válvula que impida que el refrigerante fluya dentro del paquete térmico cuando el control de la temperatura está ajustado en frío depende de la marca y el modelo del vehículo. Sin embargo, muchos vehículos modernos sí disponen de dicha válvula.

Otros coches redirigen el flujo de aire en lugar del flujo de refrigerante; en consecuencia, este paso no supondrá ninguna diferencia cuando se aplique a esos automóviles. Aumentar la temperatura del climatizador al máximo es un proceso sencillo que se puede llevar a cabo con cualquier modelo.

6. Acelerar el motor hasta que alcance las 3000 – 4000 revoluciones

Dile a tu amigo que se siente donde el conductor y que lleve el motor a unas 3.000 o 4.000 revoluciones por minuto (RPM).

Mientras trabajas en el sistema, asegúrate de que las RPM se mantienen constantes. Además, asegúrate de que el refrigerante no se calienta demasiado mientras trabajas en él.

7. Abre las válvulas de purga

Mientras tu compañero da un ligero acelerón al motor, ahora puedes ajustar las válvulas de purga de aire a una configuración más floja.

Es imprescindible que compruebes la temperatura del refrigerante antes de trabajar en tu vehículo; de lo contrario, podrías ponerte en peligro.

En este punto, debes estar atento a cualquier pico de temperatura del refrigerante, así como a las fugas del mismo.

Abre con cuidado las válvulas de purga hasta que empiece a salir agua por ellas, y luego vuelve a cerrarlas. Repite este proceso unas cuantas veces hasta que lo único que salga de ellas al abrirlas sea refrigerante.

8. Comprueba el nivel de refrigerante

Detén la purga de aire cerrando las válvulas. Una vez que hayas dejado que el motor vuelva a su velocidad de ralentí anterior, comprueba y rellena el nivel de refrigerante, y luego baja la parte delantera de tu vehículo.

En este punto, debes seguir repitiendo estos pasos hasta que el interior del coche empiece a calentarse y la temperatura del refrigerante alcance y mantenga los 90 grados centígrados. Vuelve a poner el tapón del radiador. Si la temperatura del refrigerante de tu vehículo ha alcanzado los 90 grados y tienes calor en el interior de tu vehículo, el aire ya debería haber salido de tu vehículo.

Cabe destacar que si no manipulas el refrigerante caliente con cuidado, puede quemarte o causarte otras lesiones.

9. Pon a prueba el coche

Después de terminar la reparación, tienes que comprobar que no hay signos de fugas en ningún sitio. Si todo parece estar bien, debes hacer una prueba de conducción larga en tu vehículo.

Durante la prueba de conducción, presta mucha atención a la temperatura del refrigerante, y vigila cualquier signo de que el vehículo esté empezando a sobrecalentarse.

Si tu vehículo se calienta demasiado, la junta de culata podría reventar, algo que definitivamente no quieres que ocurra.

Comprueba que el climatizador tiene todas sus funciones y que la temperatura es correcta.

10. Vuelve a comprobar el nivel de refrigerante

Si tu prueba de conducción fue satisfactoria y no hubo picos de temperatura ni otros comportamientos inusuales, debes abrir el capó de tu vehículo y volver a comprobar el nivel de refrigerante. Asegúrate de que no hay fugas de refrigerante.

Después de esto, debes detenerte y dejar que tu vehículo repose durante un par de horas. Más tarde, deberías dar otra vuelta de prueba, repetir los pasos anteriores e inspeccionar si hay fugas y niveles de refrigerante.

Después de completar todos estos procedimientos, tu arreglo realmente debería funcionar ahora. Si hay algún comportamiento extraño, deberás volver a consultar esta guía o seguir investigando el problema.

¿Te ha gustado este artículo?

Puntuación media: 0 / 5. Recuento de votos: 0

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Artículos relacionados