Los vehículos modernos están equipados con una gran variedad de sensores de última generación creados para garantizar el mayor nivel de funcionalidad posible. Un ejemplo de ello es el sensor DPFE, que es un componente del sistema EGR.
Si el sensor DPFE de tu coche está defectuoso, puede resultar difícil de manejar, por ello, más adelante veremos todos los síntomas que provoca esta pieza si está dañada. Pero antes de ello, vamos a echar un vistazo a las primeras señales de advertencia a las que hay que prestar atención:
Cuando el sensor DPFE falla, se produce un mal funcionamiento del motor y un mayor gasto de combustible. Existe la posibilidad de que se encienda el testigo «Check Engine» en el salpicadero y que tu vehículo no pase la prueba de emisiones. Sin embargo, sustituir el sensor DPFE es una solución fácil que debería restablecer el rendimiento original del coche.
Debido a que «Delta» significa cambio, este aspecto del sistema EGR también se denomina retroalimentación de presión Delta. El sensor DPFE se utiliza para controlar los cambios de presión que se producen en el sistema EGR, independientemente de las circunstancias.
El sistema EGR es el sistema de Recirculación de los Gases de Escape.
Se refiere al proceso de devolver los gases de escape al motor para que puedan ser quemados de nuevo. Esta tecnología de vanguardia ayuda a reducir la cantidad de contaminación causada por el vehículo.
Los dos tubos que se unen al sensor DPFE se presurizan cuando los gases pasan por el tubo EGR. La diferencia de presión que existe entre los dos tubos es medida por el sensor DPFE, que utiliza esta información para calcular el volumen de gas que circula por el sistema.
A continuación, los datos pertinentes se transmiten al PCM para que el actuador pueda ser controlado con mayor precisión, permitiendo así el paso del volumen de gas necesario. En ausencia del sensor DPFE, se transmitirá la información incorrecta, lo que dará lugar a un desequilibrio de los gases de escape.
El sensor DPFE se puede encontrar en una amplia variedad de motores Ford, incluyendo los que se encuentran en el Ford Ranger, Expedition, Taurus, Escape y Focus, entre otros.
Cuando el sensor DPFE falla, el motor no puede funcionar como debería. De hecho, los problemas de rendimiento del motor son el primer indicio de que hay un problema con este componente.
Cuando hay un problema con este sensor, la información incorrecta se transmite al ordenador que controla el motor. Debido a la presencia de estos datos inexactos, el sistema EGR funciona de forma incorrecta. Observarás una disminución de la potencia, así como un ralentí áspero, porque este sistema no funciona como debería.
Para que tu vehículo alcance las cifras de ahorro de combustible estimadas por la EPA, todo en el motor debe funcionar a su máximo rendimiento. Eso no va a ocurrir porque el sensor DPFE haya funcionado mal.
Como el ordenador está recibiendo información incorrecta, el motor va a tener que trabajar con más diligencia para compensar los fallos. Debido a que este esfuerzo adicional requiere más combustible, puedes encontrarte con que empiezas a pasar más tiempo en la gasolinera.
Para que el sistema EGR funcione correctamente, necesitas tener un sensor DPFE. Si el sistema de recirculación de los gases de escape (EGR) no funciona como debería, el vehículo no superará la prueba de emisiones hecha en la ITV.
La luz de revisión del motor se enciende siempre que el sistema informático de diagnóstico a bordo del vehículo detecta un problema. En este caso concreto, el problema se debe a una señal defectuosa procedente del sensor de presión de la EGR.
Sin embargo, la presencia de la Luz de Comprobación del Motor no apunta necesariamente a un sensor DPFE defectuoso. De hecho, esta luz se enciende cada vez que hay un problema con el motor. Un escáner de códigos OBDII es la única manera de obtener una respuesta precisa a esta pregunta. El sensor DPFE suele estar situado muy cerca de la válvula EGR.
Esta válvula se encuentra entre el motor y el cortafuegos, y está situada detrás del colector de admisión superior.
El sensor DPFE suele tener la forma cuadrada bastante pequeña. Hay dos mangueras de vacío unidas a la parte inferior, y hay un mazo de cables que sale del lado del componente.
Sin embargo, la ubicación precisa puede cambiar dependiendo de la marca y el modelo de coche. Por lo tanto, lo mejor es consultar el diagrama y los detalles de la ubicación en el manual del fabricante.
El precio de la sustitución de una válvula EGR y de un sensor DPFE puede oscilar entre 150 y 500€.
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